Una de las experiencia más traumáticas que atravesó la sociedad en el nuevo milenio sin dudas fue la pandemia de “covid 19” acaecida en marzo de 2020, una tragedia sanitaria que cambió radicalmente el curso del destino en muchos aspectos para una sociedad que debió aprender de prontas a primeras como reacomodar su vida. Afectada como millones de personas que amanecieron ese viernes 20 sabiendo que Argentina ingresaba directa y sin prolegómenos en el ASPO, Analía Cobas somatizó los problemas que provocó aquél drama global de salud, esgrimiendo algunos textos que buscaron generar respaldo en las personas que vivieron una etapa que conjugó dolor, aislamiento y la imperiosa necesidad de barajar y dar de vuelta todo lo conocido. El resultado de esa investigación y también las propias experiencias de vida, es el libro “La protagonista”, un material publicado por la editorial “Sudestada”.

Tópicos tan vigentes como el desamor, la imaginación, el deseo, la violencia, la belleza, los vínculos, la tecnología, la maternidad y todo aquello que se esconde bajo la alfombra o lo que subyace en nuestro inconsciente, están en la óptica narrativa de la autora, quien durante el lapso que la nación se vio afectada por el problema sanitario, quien construyó con sensibilidad una amplia gama de textos donde la resiliencia asoma con bravío estandarte de resistencia. Sencilla y trabajadora, sostiene un concepto. “Este libro es una semilla que se nutre de preguntas que remiten a nuestra humanidad», responde la joven autora, reciente ganadora de Mecenazgo Cultural 2022. Licenciada en Ciencias de la Comunicación orientada en Opinión Pública y Publicidad de la UBA, hace 14 años se desempeña como directora de la agencia Más Prensa.

¿Cómo surge este primer libro en tu carrera profesional?  

Analía Cobas: Lo arranqué antes del 2020, fueron cuatro años de estar escribiendo y esto ahora sale a la luz. Es sin dudas un “libro de pandemia”, pero también un libro con fuerte vínculo sobre liberación, lo viví como una situación muy catártica. En su momento había ganado una beca de estudios en New York, lo que derivó en mi primer texto teatral “El Narciso”, un guión que asomó en un ciclo de micro-teatro. En paralelo a ese proyecto me puse a escribir este libro en medio de la crisis sanitaria, tardó su tiempo y finalmente pude editarlo, estoy totalmente desbordada de felicidad.

Transformando el dolor en contextos literarios

Tu crecimiento profesional curiosamente se da durante la crisis sanitaria.

Analía Cobas: En pandemia escribí mi primer articulo en Clarín, ya era jefa de prensa, en esa época escribí notas para distintos medios. Creía que no estaba lista para hacer reseñas, pero fui productora de radio y lo disfrutaba un montón, para mí era como jugar. Disfruto mi trabajo y no lo padezco, si uno trabaja de lo que te apasiona, el mundo será más lindo y eso lo entendí muy bien. No todo era fácil, me sentía mal en el contexto privado, con un problema, pero en esa época cuando estudié para mejorar mi escritura, la profesora dejó un trabajo mío para el final. Imaginaba lo peor, pero ella lo mostró y dijo “un texto que se presenta en concursos y los ganan es este”, se trataba de “Ciudad Sagrada”, material que ganó un concurso de Perú, así empecé a concursar.

Te caracterizas por transformar situaciones personales en textos para tu libro.

Analía Cobas: Lo mío siempre fue una lucha, un diálogo permanente entre lo que ocurre con la vida y el arte, convierto los peores momentos en eso, falleció mi amiga de covid y estuve tres días sin comer, así surgió el texto “La feliz”, que diseñé sobre ella, donde estamos en la playa juntas. Durante la pandemia me separé de una pareja histórica, mi novio de toda la vida, esos meses fueron  hibernando con mi hijo, abrupta y traumática separación en medio de la locura sanitaria. La pandemia fue un momento para reorganizar mi mente, concursé y triunfé en un certamen de literatura, pero siempre estaba tan crítica conmigo, gané con “La llamada”, alguien me dijo “dedicate a las cosas que te hacen bien”, por eso cuando formé “La comunidad”, ese espacio por Internet para ayudar, sentí que podía convertir mi dolor en experiencia, tuve una compañera con cáncer de mama y festejamos su alta, muchas experiencias de esa clase que alimentaron mi escritura.

«La identidad como nación asoma imprescindible»

¿Cómo describís la reacción inicial de los lectores con tu primer libro ya publicado?

Analía Cobas: Me preguntaba eso, ¿sigue habiendo lectores?, ¿hay intereses más allá del contexto electoral?, tardé con mi libro y esperé lo que me reclamaba, lo mismo me pasa cuando hago pizzas, me preguntaba cuando sería el momento indicado. Hoy más que nunca fue apostar a la cultura, porque es un libro que va a generar cosas, con las redes sociales hay mucha respuesta, escribí mi libro para un supuesto público y me llegan todo el tiempo mensajes de Tierra del Fuego, Mendoza y otras provincias, incluso ahora recibo también algunos desde un contexto internacional, es importante, siempre escribí esto con la intención de ayudar a otras personas. Abrazo este libro publicado por Sudestada como si fuera un recién nacido, valoro todo lo que puede generar en las personas, los medios me apoyan de una manera muy amorosa, de varias provincias llaman para comprar el libro, buscaba que estos textos tuviesen un alcance federal, porque en las provincias es donde hay más sed de esta clase de material, cuando me escriben desde otros lugares es una enorme alegría y una satisfacción interna muy difícil de describir.

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Buscando el eco a nivel regional en tu país, ¿qué significa ser argentino?

Analía Cobas: Autores o no, a todos nos trasciende la cuestión federal, porque no somos ajenos a lo que sucede en los distintos lugares de la Argentina, no se trata de mencionar los notables paraísos turísticos que cada provincia luce. La identidad como nación asoma imprescindible y lo comprobamos cada día en las cosas cotidianas que son iguales aquí y en todas partes, ese especial sentimiento nos mancomuna todo el tiempo en un poderoso sentimiento de cooperación con los demás de manera inevitable e imprescindible.

Imágenes: Prensa Analía Cobas / Gabriel Anchorena Uriburu