Para algunas personas conseguir un lugar en el mundo y ser reconocido por audiencias incalculables, resulta el sueño buscando romper la monotonía. Gonzalo Julián Conde (nadie, salvo su familia, lo conoce bajo esa original nomenclatura de DNI) mantiene cierta privacidad bajo el seudónimo de “BzRp”. Detrás de la gran estrella musical que hoy enloquece a los adolescentes y no tanto, hay un muchacho que se ganó la vida como productor en Ramos Mejía para artistas independientes, generando repercusión con sus remezclas o los arreglos que este joven ingeniero hace de temas originalmente muy desnutridos. Lo que siguió fue el crecimiento de su música cuando nadie podía moverse de sus casas, trágica etapa de pandemia que hizo un sinfín de estragos, mientras las canciones sonaban por streaming como mágico canal de contacto entre millones de personas aisladas.

A cuatro años del drama sanitario, BzRp es la estrella top local más impactante que tiene la escena artística en una parte del mundo. El arranque del 2024 lo encuentra primero en los canales de tv con una publicidad de desodorantes para axilas, historia donde aparece escondido en un cine ayudando a una pareja que no se anima a declarar su amor. Mientras la gente mayor busca descifrar quien es, Bizarap aparece en el estadio de Miami lookeado con la blusa del Inter, equipo donde la “Pulga” desarrolla su tercera etapa futbolística tras los éxitos en Barcelona y París. La postal del abrazo que ambos se dan cuando el rosarino campeón mundial vuelve al vestuario para el intermedio, continuará con otra más fuerte que solo sorprenda a los descuidados. Es la foto de Bizarap en la fiesta de cumpleaños de Antonella Roccuzzo, donde pasó su música para homenajearla, evento con una polaroid de Messi, Louta, Luis Suárez y el pibe de Ramos Mejía, muertos de risa y felicidad.

 

Cada 300 millones de seguidores, un millón y medio de dólares

Capaz de generar inconfundibles temas o canciones que jamás sobresaldrían en una gran universidad en Boston para estudiantes de jazz o rock sinfónico, consigue que apenas asoman en las redes sus temas, 300 millones de seguidores adhieran al material que pone a conocimiento. Bizarap es uno de los 10 argentinos más populares del mundo por sus méritos profesionales y hoy vuelve a ser noticia, porque la mismísima Shakira acaba de anunciar que concretará una segunda parte del éxito que ambos hicieron cuando todos recuperaban la libertad, tras la cancelación de las restricciones sanitarias duras. Incapaz de creérsela o salir a chapear con lo conseguido, casi no habla o evita conceder entrevistas a los medios de comunicación, porque sabe que su incalculable éxito radica en lo que hace, condimentado con cierto aire de misterio, tributo a la escuela de los Redonditos y el Indio Solari. Musicalizando la furia de la cantante colombiana por las infidelidades de Gerard Piqué, ex jugador de Barcelona, la gran fama que ya tenía el muchacho de Ramos Mejía  por sus “sessiones musicales” se amplificó de manera exponencial por la trayectoria y alcance de la artista boricua.

En Argentina, es obvio que no puede andar con su look de anteojos negros y gorrita, más cuando la misma es un adminículo que se puede comprar a través de una muy conocida  plataforma de compra digital que utilizan varios millones de argentinos en sus habituales necesidades comerciales. Su última presencia profesional en Argentina ocurrió en 2023, cuando concretó tres conciertos multitudinarios en el Hipódromo de Palermo, reuniendo en abril casi cien mil personas. Contratado por las principales marcas para engalanar sus realizaciones institucionales, es uno de los realizadores argentinos que más facturó en el último lustro, apareciendo con sus bandejas junto a otros famosos que suelen aportar con su estética el glamour que pretenden las empresas con sus productos y servicios. Dando la vuelta al mundo desde que se convirtió en un personaje internacional, mantiene ese fuerte tono de humildad necesario para no subestimar el enorme crecimiento logrado, visitando  a familiares y amigos de Ramos Mejía, sin que trasciendan las imágenes de esas estadías en el oeste bonaerense.

Ramos Mejía, de los palotes de Pinar al reinado de Bizarap 

En esa localidad a la que miles se dirigen cotidianamente desde la avenida Rivadavia o el tren que sale de Plaza Miserere en Once, este joven argentino convertido en la sensación artística del momento mantiene allí su moderno estudio de grabación donde genera todas las canciones que al ponerse en el circuito de difusión digital estallan de inmediato. Se calcula que cada vez que 300 millones de personas escuchan un tema de su autoría, el muchacho nacido en esa zona de históricos y añejos boliches como “Pinar de Rocha” o “Juan de los Palotes”, recibe un millón y medio de la moneda norteamericana. Soñando con lograr una duradera fama, Gonzalo Julián Conde sabe que su sueño se transformó en realidad, pero que ahora para mantenerse, deberá reinventar partes de su ADN para no ser deglutido rápido, por los nuevos valores que quieren destronarlo cueste lo que cueste en tiempos decididamente muy voraces.

Imagen: Bizarrap Ig