La argentina que vuelve locas a las estrellas del rock sueco

Por amor, migró a Suecia con su pareja, pero le aclaró que intentaría trabajar de lo suyo.

Esta historia se repite muchas veces: dos personas se conocen, se enamoran, pero –para que la historia continúe– una de ellas debe reubicarse en un destino lejos de su hogar. Las cosas que una hace por amor. Hace unos 15 años atrás, Andrea Reschia se encontró en esa disyuntiva. Por amor, migró a Suecia con su pareja, pero le aclaró que intentaría trabajar de lo suyo. Si no lo lograba, tal vez decidiera volver a casa.

“Lo suyo” son los zapatos. Y vaya si pudo lograrlo. Hoy sus diseños de calzado son usados por las máximas estrellas del rock de ese país y están presentes en las principales casas de moda de Estocolmo. El año pasado, vendió unos 600 pares a un promedio de 400 euros cada uno. Y sigue creciendo.
Sin embargo, Andrea no se olvida de sus raíces: uno de sus diseños más icónicos es “Durango Boot”, una recreación de bota texana en clave minimalista, pero inspirada en “un gaucho argentino, femenino y contemporáneo, viviendo en Escandinavia».

Reschia shoes

Su marca, Reschia, no tiene aún locales propios, pero venden en tiendas de diseño dentro de galerías importantes. La estrategia de tener embajadoras reconocidas como Nina Persson (ex The Cardigans), Neneh Cherry y Kajsa Grytt es una de las grandes impulsoras de sus productos. No es la primera vez que figuras reconocidas aportan visibilidad a marcas que inician desde cero. Lo que valoran es la originalidad, la creatividad. Son personajes que adoran ir a la vanguardia de la moda y están dispuestos a apoyar a los diseñadores que les brinden todo en un mismo combo, sumado a calidad. Y en ese sentido, Reschia cumple con los requisitos.

Sus diseños se definen como “punk de lujo”. Es una versión a un nivel más elevado que los borcegos clásicos estadounidenses. Porque además de diseño, tienen el punto a favor que los distingue en el mercado sueco: la fabricación es italiana. Al parecer con eso ya se suman muchos puntos para ingresar al mundo fashionista de Estocolmo.

Andrea egresó de Diseño de Indumentaria y Textil de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1997 y desde entonces su carrera avanzó sin pausa. Los proyectos son crecer y estar presentes en otras ciudades icónicas de Europa, en puntos estratégicos. La idea es más cercana a la calidad y no a la cantidad. Vidrieras seleccionadas con estrategia y, por supuesto, la colaboración de capitales. El diseño es importante, la base de su trabajo, pero Reschia tiene claro que sin dinero es imposible abrir camino. No se pelea con lo comercial y comprende que es parte del trabajo.

Un sueño del inconsciente colectivo

Ya hemos contado muchas historias de argentinos, como la de Andrea, algunas más complejas. A veces el exilio es empujado por la situación del país. La crisis del 2001 fue una de las últimas oleadas de buscadores de nuevos rumbos. Sin embargo, también hay quienes deciden partir por motivos más alegres, que van desde el amor hasta las inexplicables ganas de aventuras. Vivir la experiencia de residir en el extranjero es algo que todos deberíamos hacer, al menos por un tiempo. No debe existir mejor forma de ampliar la visión y las ideas. Conocer culturas en las que las cosas “funcionan” puede ayudarnos a ver qué se puede mejorar acá. Y, si por el contrario, nos tocara vivir en algún rincón del mundo en que la vida sea más difícil, entonces seguramente podríamos volver con la hermosa sensación de valor por nuestro país. Que si bien tiene mucho por mejorar y aprender, siempre será nuestro, con la calidez y creatividad única de su gente.